HOME LIFE O HOME OFFICE ( Vida en casa u oficina en casa)

El diálogo trabajo-familia se ha planteado desde hace tiempo, desde una visión meramente práctica y sobre todo con una perspectiva básicamente laboral. En mis clases y conferencias, he explicado la reflexión sobre el mundo, donde podíamos observar, casi sin temor a equivocarnos, de cómo la sociedad estaba volcada para  la vida pública, jerarquizando, que lo realmente “importante” era solo lo que se hacía en la vida fuera de casa, social, o profesional, más aún si se trataba de lograr éxitos , o de poseer bienes, como objetivos únicos o más relevantes en la existencia de las personas.

Lo que no quiere decir, que trabajar para tener un patrimonio, educación, alimentación y salud, no sean anhelos naturales a todas las familias, sino porque por largo tiempo ha sido para muchos,  lo significativo en su existencia,  con la vista puesta en el exterior tanto de sí mismos como del hogar.

De pronto, un día cualquiera, sin un aviso previo, la vida da un giro de 180 grados, la existencia del ser humano es trastocada, se nos pone en una encrucijada que de forma casi intempestiva, nos mete al hogar para resgaurdarnos de un mínusculo virús, que nos puede enfermar y en algunos casos llevarnos a la muerte. Surge una pandemia, que no se manifiesta en una zona de la tierra, sino que se propaga casi por el mundo entero.

Los primeros días, todo es sorpresivo: las noticias, las decisiones de los mandatarios de los países,  nos van informando lo que debemos  hacer, con el grito al unísono de  !Quédate en casa! si te es posible. Lo que nos lleva a tenernos que  reorganizar y comenzar a vivir  la vida cotidiana de una manera diferente tanto para trabajar o estudiar o para vivir y convivir con la familia.

Con una respuesta más o menos rápida se hacen ajustes de espacio, de horarios , se implementan herramientas tecnológicas -que aunque ya se usaban- no se habían generalizado tanto. Todo mundo habla de que ya está haciendo lo que se conoce como Home Office.

Sin embargo la realidad es otra, no solo estamos haciendo home office estamos haciendo Home life o vida en casa, incluyendo el trabajo de la empresa.

En un santiamén  nuestro espacio privado, se ve invadido de oficinas y escuelas virtuales,  conjugando los momentos de estar con la familia y atenderla, al mismo tiempo de estar pendientes de los sucesos del  mundo. Para algunos resulta maravilloso, es una oportunidad que había sido anhelada,  de pasar más tiempo con los seres queridos,  para otros parece una situación caótica, vivir y convivir con la familia,  lo  que parecería  común, resulta algo nuevo y no siempre tan atractivo.

La  nueva realidad supone ajustes de espacio, de rutinas, de orden y desorden,  al igual ya encuentras unos patines en  la sala, el rompecabezas en la mesa del comedor junto a la laptop del Papá , en ocasiones  los gritos cuando hay un call o reunión en zoom, sin olvidar que la Máma se vuelve la Miss de los hijos, necesita resolver su trabajo y las labores de la casa.

Por otro lado se piensa que como todos estamos en casa, la disponibilidad es contínua, los horarios se amplían y una vez más la vida personal o familiar es trastocada.

Como toda crisis nos presenta nuevos retos, es necesario reinventarnos , nos ponemos manos a la obra, por lo que ordenamos, limpiamos, cocinamos nuevas recetas, volvemos a mirar  el hogar, que parecía  olvidado.

Re descubrimos que e l trabajo del hogar no se realiza mágicamente, sin mayor esfuerzo o por generación espontánea que es importante saber y cubrir  las necesidades de alimentación, de organización y cuidado de la casa, la administración del dinero y la educación de los hijos, entre otras cosas.

El hogar no se visualiza como una pequeña empresa que requiere de dirección para planear, organizar, realizar y   evaluar todas las actividades, ya que en casa se ofrecen servicios que no tiene fin, para una familia con distintas necesidades y que está en constante desarrollo. Trabajo  sin remuneración económica, ni  vacaciones, pero sobre todo que es un trabajo profesional no valorado ni por quién lo realiza, ni por los destinatarios del mismo.

HOME LIFE O LA VIDA EN CASA

Este confinamiento, es una gran oportunidad para revalorar el hogar y la familia,  para darnos cuenta que la vida humana , no es solo trabajo externo, que tenemos una casa y  que «LA CASA ES DE TODOS», por lo que requerimos de su participación y que sea una participación organizada.

También nos hemos podido dar cuenta que además de que podemos amar nuestro trabajo externo de la casa, como  parte nuestro desarrollo integral,  el exceso de horas de trabajo, el desequilibrio humano se origina  por una sociedad de consumo, que nos empuja a tener como nunca, mucho más de lo que necesitamos, y nos dedicamos a conseguirlo. Para visualizar el hogar como una prolongación de nuestro trabajo o como un hotel se duerme y quizá se preparan algunos alimentos, para al día siguiente salir corriendo nuevamente a vivir en el  trabajo y en el  mundo laboral

Este confinamiento a muchos nos ha demostrado  que la vida sencilla es posible  y que como dice el Papa Francisco, no podemos seguir viviendo en la cultura del descarte.

LA VIDA EN CASA requiere de dirección y  administración de los medios, para conseguir los fines propuestos, pero sobre todo requiere de algo que las empresas no tienen, un gran amor para sostener a la familia, para construir ese hábitat donde y para cada persona, es amada por lo que es y no por lo que hace o por el papel que desempeña.

El reto después de esta pandemia será ¿cómo conciliar el trabajo y la familia?  ya que se han visto enormes ventajas de trabajar en casa. Los directores del hogar en cada caso, habrán de plantearse lógicamente como lo pueden lograr  y cómo atravesar las dificultades y embates que este nuevo mundo nos presenta. Siempre y cuando no olviden que la construcción del mundo es  En y desde la familia , que solo puede alcanzarse con una profunda  decisión de trabajar por ello,  es la gran misión de nuestra existencia, si es que decidimos formar una familia.

En cuanto al trabajo será necesario lograr nuevos hábitos, aprovechar las ventajas del trabajo en casa,  no recorrer tantas distancias  para conseguir trabajar con mayor productividad y creatividad.

La nueva visión en cuanto al hogar  será  regresar a lo básico, comenzar  por la familia nuclear, sin olvidar la maravilla de tener una familia extensa con abuelos, tíos y primos,  visualizar con responsabilidad social y generosidad a todos aquellos que la pandemia los tocó más duramente.

Valorar nuestro trabajo pensando cada día cómo hacerlo mejor y cuidar nuestro planeta, como el hogar común a todos, basándonos  en un profundo respeto a la vida y a la naturaleza, así como «un enorme agradecimiento al Autor de la Vida, por esta nueva oportunidad.!!