El 1 y 2 de noviembre, son fechas que tradicionalmente solemos celebrar en México el día de muertos o el día de todos los santos, aunque en últimas fechas nos detenemos más en las celebraciones folklóricas, es importante aprovechar para reflexionar en algo más profundo que sería el paso de la vida a la muerte, con mayor razón después del 2020 que nos ha dejado tantas muertes a nuestro alrededor, personas queridas, cercanas, otras no tanto, sin embargo por medio de las noticias y de las redes sociales nos han hecho sensibles al sufrimiento que han pasado tantas familias que perdieron a sus familiares y amigos.

El inmenso dolor de una persona que sufre por la ausencia de un ser querido es una gran pena en el alma ante una realidad que ni siquiera podemos imaginar » El misterio de la muerte.» Que difícil es encontrarle el sentido al sufrimiento en medio de tanta aflicción ¿Qué palabras de consuelo podríamos decir ante la pena de esa pérdida?

Creo que una persona que atraviesa por un momento doloroso necesita consuelo, a veces nuestra simple presencia, un abrazo cálido o un oído paciente para sanar el corazón

Ante la noticia del fallecimiento de una persona, es lógico querer dar el pésame a los familiares próximos y demostrarles el propio dolor y afecto, por lo que conviene hacerlo oportunamente y respetando la privacidad de la persona o la familia. Lo usual antes de la pandemia era acudir al lugar donde se velaba al difunto, especialmente cuando existe una relación de parentesco o de lazos de amistad, ayudando a crear un clima de serenidad ante el dolor, costumbre que a raíz de que el Covid se vaya mitigando, seguramente se volverá a realizar.

No hay una determinada fórmula para dar el pésame, cada quién puede hacerlo de acuerdo con el grado de amistad que lo una a los familiares o por la relación que lo unió con el difunto. Es preferible ser sincero y breve, que exagerar la nota. La sensibilidad de las personas que sufren esta pérdida es muy aguda y conocen más que en otra circunstancia la verdad de las palabras.

También se puede dar el pésame dejando en el lugar del velatorio una tarjeta de visita, o bien cuando existe una conexión con la persona fallecida, o una relación profesional, se puede enviar un centro de flores o corona.

En estos momentos lo más valioso es hacerse presente, por lo que la finalidad de la visita es demostrar el propio dolor unido al de ellos, en forma de acompañamiento, por lo que las visitas deben ser breves y cuidar mucho no hacer repetir a los deudos una y otra vez, los detalles del fallecimiento. Deben de ser una muestra sincera de los propios sentimientos y del afecto que se tiene con la persona fallecida y su familia.

Etiqueta para dar el pésame

Los funerales son eventos sombríos, por lo que una manera de demostrar nuestro respeto es usar la vestimenta adecuada. Por lo general la etiqueta para un funeral debe ser de usar ropa preferentemente de color oscuro y conservador con el mínimo de accesorios. En algunos casos, las familias podrían solicitar un color o un tipo de ropa en particular, por ejemplo en el caso de fallecimiento de un niño, que todos vayan de blanco, por lo que en esta situación, es mejor ignorar la etiqueta convencional. Los deseos de la familia de la persona fallecida siempre son lo más importante que debes tener en cuenta en un funeral.

Velación

La decisión del lugar y el tiempo de velación la toman los familiares. Hay quienes acostumbran a hacerlo en casa y quienes prefieran una agencia funeraria. Asimismo, hay quienes velan toda la noche y otros que prefieren cerrar la capilla para tomarse un descanso de unas horas antes del entierro o la incineración, o bien porque las agencias funerarias cierran la capilla por motivos de seguridad.

  • Ofrezcamos nuestra compañía y consuelo, no solamente con palabras, sino con acciones, por ejemplo, mostrar todo el tiempo respeto, no hablar en voz alta o ponerse a contar chistes.
  •  En el caso de tener alguna Fe religiosa es importante participar en las ceremonias o actividades propias de cada religión, procurando asistir ya sea a las Misas, oraciones, rosarios, lo que la familia suele agradecer mucho.
  • Los velorios provocan encuentros con personas que teníamos tiempo de no ver , por lo que hay que ser considerados , para no terminar por hacer una reunión social con ellos.
  • Es importante permanecer cerca de la familia mientras nos necesiten, por ejemplo estar pendientes de si comieron o si necesitan un café o un vaso de agua, o bien una medicina para el dolor de cabeza. Sin embargo hay que saber retirarnos a tiempo, por ejemplo en el momento que los familiares más íntimos van a dejar la urna en el nicho , donde van a quedar los restos de la persona.

Los Últimos Momentos

Asistir a un entierro no es solo es un acto social, sino también un acto de amistad y de apoyo hacia el fallecido y su familia. En estas circunstancias debemos tener todas las consideraciones y símbolos de respeto hacia ellos.

Algunas personas prefieren incinerar el cuerpo. A este acto solo van los familiares muy cercanos. En caso de ser católicos, después se celebra una misa para depositar las cenizas. A ella asiste un mayor numero de familiares, amigos y compañeros de trabajo. Con la misa se cierra la despedida de cariño y solidaridad

Las Misas por zoom si todavía te toca acompañar a algún deudo en zoom, es importante hacerlo con toda la deferencia que supone la ceremonia tanto por que se trata de una MIsa , que aunque no estés presente, te estás uniendo con tu corazón y tu alma y no es lo adecuado terminar escuchándola en la cama, comiendo papas y en pijama, nuevamente hablamos del cuidado de esos detalles, que hablan de respeto y de cariño para Dios y los familiares.

El Luto

Guardar luto se ha tornado una decisión muy personal, ya que no es como antes, que se acostumbraba a vestir de negro por largas temporadas. Ahora hay quien prefiere no vestirse de negro ni un solo día, hay quién deciden un mes o un año, en cualquier caso es una decisión muy repetable.

El luto también tiene que ver con la participación en la vida social. Hay quienes no tienen ánimo de ir a reuniones, mucho menos a fiestas, hasta que pasa un tiempo prudente para reintegrarse a las actividades normales.

“La muerte no es una cosa tan grave, el dolor si”

André Malraux

Una vez pasadas las ceremonias de despedida, se presenta el momento más difícil para la familia cercana del finado., por que es cuando más se nota la ausencia. Sí es posible un poco más adelante del deceso, sería hermoso seguir en contacto con los amigos o la familia para ofrecerles nuestro apoyo y que nos sientan cercanos.

Llamarlos por teléfono, invitarlos a cenar, simplemente verlos y estar con ellos, así como ofrecerles un cálido abrazo de todo corazón.

Cuando se cumpla el aniversario de la muerte, o el cumpleaños de quien se fue, podemos hablar por teléfono o mandar un mensaje a sus familiares.

«Para muchos la pandemia entre muchas otras cosas ha sido momento de reflexión, de considerar la levedad de la existencia. así como para los que tenemos Fé, la gran oportunidad de ser y de amar , así como de agradecer a Dios por tantas cosas maravillosas que nos da cada día»