Cuántas veces sucede que vivimos tradiciones por costumbre e incluso nos pueden o no gustar, y las llevamos a cabo, sin detenernos a reflexionar ¿porqué las vivimos? Una de ellas puede ser la que se vive en el domingo de Pascua, con la llegada de la coneja o conejo y el escondite de los huevos de dulce o chocolate.

Algunas personas incluso creen que esta costumbre es una idea comercial, sin embargo, es interesante descubrir sus raíces….

En algunos países especialmente en Inglaterra, los católicos que no comían ni carne, ni lácteos, ni huevos, en algunos días de la cuaresma, solían guardar los huevos y cubrirlos con una capa de cera para su duración, posteriormente regalarlos en pequeñas canastas en la fiesta del domingo de Pascua, con el tiempo empezaron a decorarlos, para dar un regalo, más bonito.

Con un sentido más profundo Resurrección es volver a la Vida y el huevo representa Vida y Fertilidad por lo que es una excelente representación material del motivo que estamos celebrando, ya que los simbolismos son parte del ser humano desde que se inicio el mundo y más que nunca necesita celebrar la Vida y alegrarse de tener un sentido del porqué existimos y que con el favor de Dios, nosotros vamos también a resucitar 

Hasta el siglo XXI los huevos eran naturales, y aún algunos países conservan esta costumbre, pero en la actualidad las mamás en sus casas iniciaron la idea de hacerlos de dulce o de chocolate y con gran imaginación decorarlos, lo que las pastelerías y dulcerías aprovecharon para fabricarlos y comercializarlos.

El conejo de Pascua aparece para complementar la imaginación de los niños, honestamente me parece muy simpático que ¡sea coneja y no una gallina! De esto no hay datos concretos, ya que hay muchos mitos y leyendas alrededor de la Pascua, ya que se mezcla la Resurrección de Jesús, con la llegada de la primavera, de ahí la fertilidad, la vida, la luz y el conejo es también un símbolo de fertilidad.

En algunos lugares si se ponen gallinas y en algunos también corderitos, recordando la Pascua judía, aunque el Conejo es el que se ha difundido más a nivel global.

En la actualidad esta tradición como la celebración de la Pascua, tiene para algunos un problema para conservarla y transmitirla, debido a que para muchas familias son días de vacaciones y con ello algunos tratan de salir de las ciudades y aprovechar los días de descanso laboral, lo que implica por lo general que el regreso el Domingo, y nos dificulte la realización del evento.

Por eso propongo que se busque la forma de celebrarlo en el desayuno del domingo, o en la semana siguiente y de ser posible si se está en casa, organizar una comida sencilla, pero más esmerada en la preparación, en cuanto al montaje de la mesa, incluir flores, o adornos alusivos a la Pascua.

La decoración pascual suele ser en colores primaverales, lo que le da un toque fresco y alegre, puede permanecer durante toda la semana. 

Celebrar en familia las tradiciones debe ser algo que debemos conservar ya que son los recuerdos memorables los que se van entretejiendo en nuestra historia y esta fiesta, no debe ser relegada sino actualizada a las circunstancias actuales.

¡¡¡Felices y alegres Pascuas!!!